Nuestra historia

Bodega Rocanegra surge del sueño compartido de tres amigos que, rodeados de parras en Masdache, decidieron transformar un pequeño lagar —el revolcadero del burro— en una bodega real.
Con más de dos hectáreas de viñedo y uva ecológica, elaboramos vinos de mínima intervención, dejando que la tierra, el volcán y el Atlántico se expresen sin artificios.

Un homenaje al paisaje

Nuestro trabajo es también un tributo al campesino conejero, a su sabiduría y al increíble sistema de cultivo en hoyos que define el alma de Lanzarote.
Preservamos este patrimonio con cada vendimia.

Una bodega familiar

Situada a 320 metros sobre el nivel del mar, nuestra finca alberga parras de hasta 80 años.
Apostamos por una producción limitada —entre 10.000 y 25.000 botellas anuales— centrada en dos joyas varietales: malvasía volcánica y listán negro.

Utilizamos uva ecológica, creando vinos de mínima intervención en los que sean el volcán, el Atlántico, y el increíble sistema de cultivo en hoyos tradicional de Lanzarote, los que expresen su carácter y su singularidad en cada añada, en parcelas propias situadas a 320 m.s.n.m, con una media de edad de las parras de 50 años.

En Rocanegra, la elaboración de nuestros vinos no es el resultado, únicamente, de un proceso. También pretende ser un homenaje al campesino conejero que ha creado un maravilloso paisaje que tenemos el privilegio de preservar.

Nuestro propósito es mantener una producción selecta y limitada entre 10.000 y 25.000 botellas de vinos blancos y tintos, con especial atención a nuestras joyas varietales: la malvasía volcánica y la listán negro.